domingo, 29 de agosto de 2010

El encuentro

Todas las mañanas pasaba por debajo de su cama, a toda velocidad, haciendo un ruido infernal con el roce de las ruedas en los raíles.

Ella no se da cuenta de su paso.
Él de su sueño.

Dormida. Plácidamente envuelta en el calor de las sábanas, varias decenas de metros por encima.

Sentado en el vagón, embebido en la lectura, varias decenas de metros por debajo.

Por un momento mínimo, coincidían sin saberlo en el mismo punto. Todos los días, a la misma hora. Uno embebido en la lectura. La otra en los brazos de Morfeo. Un día tras otro. Y otro.

Hasta que un día ocurrió lo inevitable. Entre sueños extrajo su brazo de entre las sábanas, lo estiró, y lo estiró, hacia abajo…, más abajo…, atravesando cada capa de suelo…, una y otra, hasta que llegó hasta él, justo cuando pasaba. En el preciso instante de tiempo en el que coincidían en el mismo lugar. Le agarró con su mano y le atrajo hacia ella.

- Hola. Que gusto conocerte.
- El gusto es mío.



domingo, 22 de agosto de 2010

No te amo

¿Cómo quieres que te diga que ya no te amo, si cada vez que me miras veo el deseo en tus ojos?

¿Cuándo quieres que te diga que ya no te amo, si me despiertas por las mañanas con tus besos, paso los días entre tus brazos y me enseñas tu cuerpo por las noches?

¿Dónde quieres que te diga que ya no te amo, si en mi cama huele a ti, mi comida sabe a ti, mi música suena a ti?

Y aun cuando te insinúas ante mi, cuando recorro tu cuerpo entero con mi lengua, cuando me buscas con tus labios enrojecidos de tanto besar, ¿aún quieres que te diga que no te amo?

- No te amo.
- Mentiroso - responde -. Estás loco por mi.

miércoles, 18 de agosto de 2010

Tarde en el local




Puede ser una tarde cualquiera, pero sea la que sea, siempre termina bien, independientemente de como empiece. Y es que es entrar en el local y notarse algo especial en el ambiente. Una tarde con tiempo para experimentar.






Enciendo el amplificador y dejo que las válvulas vayan tomando temperatura. No rendirán como deben hasta que no hayan alcalzado la temperatura óptima. Y mientras se calienta, voy preparando el resto de cosas: cables, pedales, guitarra. Este cable va aquí, este otro sale de aquí y se conecta a esto otro. Todo está preparado, que no listo. Dado que al ampli aun le queda, me lío un canuto y le dejo que se tome su tiempo mientras fumo tranquilo. Enciendo la mesa de mezclas, los altavoces, activo un par de canales para dos voces y otro para la entrada en línea de la guitarra acústica. Ajusto niveles y pruebo los dos micros dándoles un ligero golpe con el dedo.






Abro la funda de la guitarra y ahí está reluciente, incitándome. Gritándome en silencio que la coja. Me cuelgo la guitarra al hombro, enchufo el cable que dejé preparado y afino. Una cuerda, dos, tres...

Activo el conmutador del ampli que le saca del letargo del stand-by y me responde con su zumbido característico. Las válvulas cuchichean entre ellas mientras trabajan. Cojo la púa entre los dedos y ...



....comienza el experimento.


sábado, 14 de agosto de 2010

Memoria temporal

Cuando llego a casa, lo primero que hago es extraerme el módulo de memoria temporal e insertarlo en la unidad central. Es un coñazo tener que cargar con tantos recuerdos inútiles, así que los descargo en el sistema donde serán almacenados hasta que los vuelva a necesitar.

Estos nuevos sistemas de almacenamiento de recuerdos son una pasada. Te quedas totalmente liberado de recordar bobadas intrascendentes diarias, permitiéndote tener espacio para las cosas verdaderamente importantes.


Atrás quedaron ya los arcaicos sistemas basados en Windows 4012 que tanto fallaban. Hubo montones de problemas. La compañía Microsoft no pudo hacer frente a la avalancha de demandas por pérdidas de recuerdos y terminó quebrando. Se dieron múltiples casos de gente que había perdido todos sus recuerdos al haber dejado su cuidado a cargo del sistema de Microsoft. Fue el fin del monopolio y la enésima revolución informática.

La microeletrobiología, ha permitido desarrollar sistemas basados en complejos algoritmos biológicos, superando totalmente la limitación existente en los siglos anteriores. Ahora las máquinas se alimentan de la energía cerebral. Ya no hace falta enchufes, ni cargadores, ni más electricidad que la generada por nuestro propio cerebro. La investigación en el campo del desarrollo cerebral ha abierto un campo infinito de energía renovable y gratuita.

Pero hoy algo pasa. Al conectar el módulo al sistema central he notado como un pinchazo dentro de mi cabeza, ha sido algo puntual y no le he dado importancia. Desde entonces todo es raro. Me ha llamado una señora al teléfono que dice ser mi madre a la que no conozco de nada. Me he tenido que poner otros zapatos porque al ir a atarme los... como se llaman... esas cuerdas que salen... no recordaba como se hacía. Tengo una cosa en la mesa que no se como se llama ni de donde ha salido, con botones con números que no deja de vibrar y sonar encendiéndose y apagándose y no se que debo hacer con él. Y lo más curioso de todo... Cuando llaman al portal de mi casa, por más que intento contestar, lo único que consigo es mojarme, unas veces con agua fría y otra caliente, en función de hacia donde de, si hacia el azul o hacia el rojo... Por cierto: Alguien sabe como me llamaba? Estoy un poco confuso


No nos fiemos demasiado de las máquinas... o será nuestro fin!

viernes, 13 de agosto de 2010

Perversidad




... que corrompe las costumbres o el orden y estado habitual de las cosas.

¿Qué es la perversidad? ¿De donde surge? ¿Dónde está el límite o la línea que separa ese supuesto estado habitual de las cosas? Lo que para unos es perverso, para otros es habitual.


Por fin me he decidido a crear este espacio. Hacía tiempo que tenía la cuenta abierta, y cada vez que entraba me decía eso de aun no has creado ningún blog. Pues ha llegado ese momento. Eso sí, nadie dice que no lo vaya a abandonar mañana mismo. Todo dependerá de esa causalidad tan esquiva que es la inspiración.

¿Qué pretende ser este blog?

El tiempo lo dirá...