lunes, 11 de febrero de 2013

La Casa


Hacía ya años que no se veía salir humo de la chimenea, señal de que la casa llevaba deshabitada demasiado tiempo. La verja siempre cerrada, las ventanas atrancadas y a los pies de la puerta la nieve acumulada. Estaba claro que la vida se había alejado de aquel lugar hacía tiempo.

Pero aquella tarde, al pasar por delante, un tibio y azulado humo surgía de la chimenea indicando que algo había cambiado en su interior. Al acercarme percibí un aroma a galletas que realmente abría el apetito de cualquiera. Llamé tímidamente a la puerta y se abrió invitándome a pasar:

- Adelante - oí desde dentro -, las galletas ya están listas y el té caliente.

En ese momento supe que la magia había vuelto a revivir en el bosque.

Texto: SuperG
Fotos: SuperG

2 comentarios:

  1. Lo pintas tan acogedor que dan ganas de entrar y pasar allí la tarde, en lugar de salir al frío a trabajar.

    Precioso la foto y el texto.

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  2. Qué suerte tienes :) dan ganas de encontrar esa casita y compartir el té y las galletas recién hechas ^^

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